martes, 29 de septiembre de 2009


Siempre se han intentado dar explicaciones desde el punto de vista psicológico de por qué se hace graffiti. Numerosos han sido los intentos de sociólogos, psicólogos y demás profesionales del sector del estudio del comportamiento humano que han intentado dar explicación al fenómeno en artículos periodísticos, reportajes, programas de televisión y radio... Con un resultado en general equivocado o en su defecto muy superficial. Oímos hablar de inconformistas, inadaptados, antisociales, rebeldía juvenil... Pero para estudiar y justificar su causa de producción no podemos remitirnos a los eternos estereotipos, requiere más compromiso, adentrarse hasta las entrañas de un escritor, de un verdadero escritor y no intentar explicar un comportamiento global de una comunidad con el estudio de un par de chavalillos que probablemente no sepan por qué pintan. Hay dos caminos para llegar al kid de la cuestión: El primero es ser un escritor de graffiti o sentir como tal y el segundo, estudiar el hecho desde varios puntos de vista (Destacan los trabajos como el de Joan Garí “La conversación mural” más centrado en las pintadas en general moviéndose en el campo de la semiótica y en la tesis del Doctor en historia del arte Fernando Figueroa).

Partiendo de un paralelismo con la teoría de la imagen, según la cual, todo objeto tiene unos grados de realismo en cuanto a su representación, siendo el primero el propio objeto y el último una abstracción total del mismo, el graffiti se estructura también en base a unos grados, en este caso de complejidad, los cuales se rigen por dos criterios básicos: El primero sería el “grado de abstracción”, según sea la intencionalidad del escritor, la búsqueda de estilo o de legibilidad. El segundo factor sería el "grado de interpretación" del espectador. En este caso lo que prima por encima de todo es la legibilidad o los elementos repetitivos para poder llegar de una manera más efectiva al ojo del receptor.Se ha hecho una clasificación aleatoria por orden de complejidad. Retomando un poco de historia del apartado del graffiti en el metro neoyorkino, partiré de la forma más sencilla de representación del graffiti (un tag) donde la sencillez de las letras transmita la autoría del escritor, llegando hasta la abstracción total de una obra, donde el único factor reconocible de su autor es el estilo.

viernes, 18 de septiembre de 2009

¿Que es el Tag ?

Es una firma o un acrónimo de una परसोना o un grupo de personas, generalmente Crews. Para los tags con el nombre de la Crew se suelen utilizar abreviaturas o simplemente las siglas. Aunque un tag comprende mucho más que una simple firma; es una manera de expresar un propio estilo mediante un apodo o alias, pues en muchas partes del mundo el arte callejero es ilegal, y en muchos casos no se alcanza a concretar un graffity en su totalidad, es allí cuando entra en utilidad el tag, una forma rapida y poco peligrosa de expresar un propio style al momento de graffitear. Es así como se identifica un graffitero.

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Que es el graffiti?



La palabra “graffiti” tiene sus orígenes en la palabra griega graphein que significa escribir. Esto evolucionó en la palabra latina graffito. Graffiti es la forma plural de graffito. El graffiti es una forma de expresión artística al ritmo del hip-hop. Todos los graffitis serios se encuentran en edificios carentes de cualquier valor histórico-artístico previo al graffiti propiamente dicho. A continuación el equipo de cuentascuentos os mostramos unos cuantos graffitis a nuestro parecer,sorprendentes!Aqui van:

Fomentemos el arte

El arte como una hebra de divinidad al alcance de todo ser humano. Como el motor de algunas de las cualidades más puras de toda persona: la creatividad y el desarrollo de la imaginación sensible. El arte como el medio para ejercer la más preciada de las cualidades humanas, como mecanismo de sanación y estimulante de la lucidez integral.

Historia


A finales de los sesenta los adolescentes en la ciudad de Nueva York empezaron a escribir sus nombres en las paredes de sus barrios, aunque en realidad utilizaban pseudónimos, creandose así una identidad propia en la calle. Estos chicos escribían para sus amigos o incluso para sus enemigos. Quizás el ejemplo más significativo y a la vez el más conocido por todos sea el de Taki 183, un chico de origen griego que a la edad de 17 años comenzó a poner su apodo. Su verdadero nombre era Demetrius (de ahí el diminutivo “Taki”) y 183 era la calle donde vivía (poner el nombre de la calle fue un elemento usado por muchos más escritores). Taki trabajaba como mensajero y viajaba constantemente en el metro de un lado a otro de la ciudad. En el trayecto estampaba su tag (firma) en todos los lados, dentro y fuera del vagón. El no lo consideraba como algo malo, de hecho respondía así a las preguntas que le formularon en una entrevista en el New York Times: “Simplemente es algo que tengo que hacer. Trabajo, pago mis impuestos y no hago daño a nadie”. Estos actos le convirtieron en un héroe y poco después cientos de jóvenes empezaron a imitarle.

viernes, 11 de septiembre de 2009



El graffiti, en cuanto a influencias se refiere, es un modo de expresión artístico indicativo de un estilo de vida urbano. Sus más directas influencias vienen dadas, pues, por otras expresiones culturales de la calle como puedan ser el rap o el break dance, de hecho es bastante estrecha la relación de estos tres elementos, aunque no siempre.
Además de la morfología en la escritura y en los estilos de letra de los tags, los throw-ups, wildstyles, etc. El graffiti toma prestados diversos elementos de la iconografía popular como el cómic o los cartoons (dibujos animados). De hecho, la primera y la más destacada influencia viene determinada por el trabajo de Vaughn Bodé (continuado por su hijo Mark Bodé), quienes fueron de los primeros artistas del cómic underground de la década de los sesenta y los creadores de personajes como: Deadbone, Junkwafel, Cheech Wizard o Belinda Bloom. Hoy en día no se puede hablar de la historia del graffiti sin mencionar a Bodé, quien fue objeto de homenajes y dedicaciones por parte de algunos escritores, por ejemplo Kel 129 o Dondi, o incluso su trabajo llegó a hacerse referencia en un tema del legendario grupo de Hip Hop Beastie Boys. Los personajes de Bodé sirvieron como complemento para las piezas de muchos escritores del antiguo metro neoyorkino, aunque hoy en día se sigue haciendo tributo a este artista underground de gran popularidad en la década de los sesenta asociado al movimiento hippie o en los noventa al hip hop.